¿A quién estás intentando agradar?
Fuimos creadas por Dios para ser amadas y es muy posible que deseemos tener buenas y sanas relaciones familiares, laborales, de amistad, noviazgo o matrimonio; y no hay nada de malo en eso.
Buscamos hallar gracia delante de las personas que respetamos o amamos, ayudándolos, con un abrazo, dándoles ánimo, compartiendo un regalo o pasando tiempo con ellos; realizamos actos que a ellos les agradan para sentirnos aceptadas, motivadas y finalmente amadas.
En ocasiones hacemos esas cosas para gente, pero no necesariamente para Dios.
A veces no nos importa si él se siente agradado con nuestra conducta o pensamientos; pero Jesús en Juan 8:29, habla de que Él "siempre hacía lo que a su Padre le agradaba".
Jesús sabía lo que a Dios le agradaba porque pasaban tiempo juntos, lo conocía muy bien y es por eso que Dios se sentía complacido con Él, "este es mi Hijo amado en quién tengo complacencia" (Mateo 3:17)
¿Estamos haciendo siempre lo que le agrada a Dios? ¿Está Dios realmente complacido con nuestra vida?
Adri Sol
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